miércoles, 16 de septiembre de 2015
miércoles, 9 de septiembre de 2015
Sabemos que al leer la palabra gamificación se te vinieron muchas cosas a la mente, puede parecer un concepto muy complicado pero la gamificación no es más que una herramienta utilizada por los grandes del marketing que te ayudará a convertir la imagen de tu marca en juegos publicitarios con la finalidad de alcanzar alguna meta o deseo en específico.
Muchas veces esta meta es generar mayor engagement, ventas, presencia en la web o mayor alcance de clientes. Sin importar cual sea o si son todas, seguramente tu tienes alguna de estas metas propuestas. Te preguntarás cómo puede un juego mejorar tu estrategia de marketing. Pero aunque no lo creas un ADVERGAME puede generarte mayor engagement con tus clientes que cualquier otra campaña de marketing, ¿Por qué? Porque a través de un juego podrás ofrecer tus productos o servicios sin tener que realizar algún tipo de promoción, además que estos le brindarán a tus clientes una experiencia interactiva y entretenida que si es planteada estratégicamente puede generar viralidad y hacer que tu empresa y marca logre crear una relación emocional con ellos de manera que tu juego y en realidad tu marca esté en su mente.
El advergaming es un juego publicitario a través del cual acercamos la marca al cliente. A menudo se habla sobre sus características como formato publicitario: ofrece largos tiempos de contacto con la marca, genera experiencias, fideliza y genera viralidad. No obstante se obvian las consideraciones que deberíamos tener en cuenta a la hora de crear un advergame. Algunas de ellas son:
Alfonso Méndiz Noguero5 distingue cuatro etapas:
Creación de juegos promocionales (1982-1984)
En un principio, los juegos fueron utilizados como estrategia para promocionar películas. En 1982 se lanzó al mercado Tron, basado en la película homónima de Disney. En ese mismo año Sega creó Star Trek: Strategic Operations Simulator, para impulsar el lanzamiento de la película Star Trek II: La ira de Khan. En 1983 Atari produjo el videojuego Star Wars in 3-D, año en el que también las marcas comerciales comienzan a crear sus propios juegos, que en aquella época eran simples y de poca difusión. La primera de ellas fue Johnson & Johnson, con su Tooth Protector. Sin embargo, el naciente entusiasmo por este recurso se vio frenado a finales de 1983 por una crisis que los profesionales del rubro llamaron "Video Game Crash", producida por un exceso de oferta combinado con una baja en la demanda de juegos electrónicos.
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